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Y ESTO ES ALGO BUENO: CONTEXTUALIZANDO LAS ELECCIONES DE 2024 EN MÉXICO. PARTE TRES: EL PODER DEL PASO A PASO.

Updated: 5 days ago

Traducción al Español Sara Andraca Osornio



EL presidente AMLO y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum (Photo Instagram @claudia_shein)

 

Conectada al desarrollo de infraestructura en el transporte de México

(discutido en la Parte Dos) está la crítica de que la administración de AMLO (Presidente Andrés Manuel López Obrador 2018-2024) no ha estado participando adecuadamente en el Acuerdo de Paris con la meta de reducir emisiones de carbono en un 45% para el 2030 y alcanzar un cero neto para el 2050. En una rápida búsqueda en Google, sin embargo, uno encuentra un flagrante doble estándar: un reporte de emisiones de carbono a escala internacional de 2024 enlista a China, los EUA, India, Rusia y Japón como los primeros cinco lugares, con Canadá (mi país de nacimiento) un poquito por encima de México en el número 11 y México en el 12[1].




Países con mayor índice de emisión de CO2. En toneladas métricas de dióxido de carbono.


No obstante, en 2023, otro artículo sensacionalista anti-AMLO (ver Parte Uno y Parte Dos para más ejemplos de esta incesante demonización de un gobierno que ha legislado algo de socialismo para mejorar la vida de las personas) titulado “¿Puede México revertir su catástrofe ambiental?” reportó que: “si todos los países siguieran el método de México, el calentamiento podría alcanzar más de 3 [grados Celsius] y hasta 4C” y esto tiene que ver con lo que es descrito como la obsesión de Obrador con “todo es petróleo”. Primero, ¿por qué se le da a México el enfoque de catástrofe ambiental cuando once naciones emiten mucho más carbono y países como el mío (Canadá), con 83.80 millones de habitantes menos que México, aun así figura por encima de lo que puede ser descrito como un catástrofe ambiental de escala internacional? Y segundo, sí, como administración proteccionista revitalizando un país previamente explotado, AMLO ha re-nacionalizado PEMEX (la compañía de gasolina y petróleo de México) y los combustibles fósiles no son eliminados gradualmente en la misma manera en que afirman e intentan y a veces consiguen los llamados países de primer mundo. Incluso si, paradójicamente, los EUA—la principal fuente de condenas al gobierno de inclinaciones de izquierda de MORENA porque Obrador terminó con 95 años de servilismo de su país al bravucón norteño (ver Parte Uno)— emite 5,057 millones de toneladas métricas de carbono y México 512, veamos el contexto histórico de porqué México está celebrando la repatriación de PEMEX al mismo tiempo que desmantela otro intento de desacreditar a un presidente socialista en un mundo neoliberal.[2] 


Tres características sistémicas del Neoliberalismo. De arriba hacia abajo: Desmantelamiento del Estado social, neoliberalismo, cultura de la estandarización e interés propio.


El artículo continúa:

“No siempre fue así. Hace una década, México era un modelo de progreso como el primer país en desarrollo en pasar una legislación integral sobre cambio climático, parar subsidios a industrias de combustibles fósiles e intensificar protecciones ambientales.[3]” La década atrás a la que se refiere es al 2013. Este fue el año en que:


“El presidente del PRI [partido de derecha neoliberal, al servicio de la elite], Enrique Peña Nieto (2012-2018) presentó ante el Congreso un proyecto de ley que acabaría con el monopolio energético de 75 años del Estado [sobre la producción de gasolina y petróleo]. Bloomberg reporta que el plan de Peña Nieto permitiría a compañías privadas como Exxon Mobil y Chevron extraer crudo por primera vez desde 1938 al cambiar los artículos 27 y 28 de la Constitución. De acuerdo a Enrique Ochoa, viceministro de energía, la ley propuesta permitiría a compañías invertir en PEMEX para recibir una porción de las ganancias”. [4]


Para sorpresa de nadie, en 2013, vender abiertamente el país a corporaciones globales fue celebrado en la revista de negocios americana Bloomberg y por los noticieros americanos populares de la ABC cuando el subtitular exclamó: El gobierno podría solo estar trabajando en México. Lógico: incluso si la administración priísta de Peña Nieto firmara y jurara lealtad al Acuerdo de París en 2015, ¿significa que esta proclamada lealtad a la reducción de emisiones de combustibles fósiles hasta el cero neto para el 2050 es verdad cuando él fue la publicidad de las más grandes compañías de petróleo para asistir en la extracción de su crudo? Lo que realmente pasó: Peña Nieto cortó subsidios del gobierno a la industria petrolera para desmantelar una compañía pública—la privatización es el modus operandi de todos los gobiernos de derecha. Terminar con los subsidios de combustibles del gobierno no tiene nada que ver con hacer su parte en trabajar hacia la meta internacional del Acuerdo de París. La firma de Peña Nieto no fue más que un subterfugio vacío apoyando la inversión de corporaciones internacionales y la ganancia y a una continuación de la elite alimentada de avaricia. Escarba un poco más profundo y descubre la corrupción y la hipocresía detrás de lo que algunos consideran la cara bonita de Peña Nieto.



El tío Sam (símbolo norteamericano de emoción patriótica) / Presidente Enrique Peña Nieto, servidor de los EUA y de los intereses corporativos internacionales.


Como proteccionista, AMLO re-nacionalizó PEMEX para trabajar hacia la autosuficiencia energética de México. En un mitin en el Zócalo de la Ciudad de México el 18 de marzo de 2023, se celebró el 85 aniversario de la nacionalización del petróleo en México en 1938 cuando el presidente Lázaro Cárdenas creó la compañía petrolera del Estado PEMEX y expropió los recursos de compañías petroleras extranjeras operando en México. Durante la celebración, a la que asistieron aproximadamente 500,000 personas de todas partes del país, algunas de las cuales habían viajado en autobús desde lugares tan lejanos como el estado norteño de Sonora, AMLO proclamó:


“… Desde aquí, desde este Zócalo, el corazón político y cultural de México, le recordamos a los políticos hipócritas e irresponsables que México es un país libre e independiente, no una colonia o protectorado de los Estados Unidos. Ellos pueden amenazarnos, … pero nunca, jamás les permitiremos violar nuestra soberanía y pisotear la dignidad de nuestro territorio. Cooperación sí, subyugación ¡no! Intervencionismo ¡no!”[5]


Desafortunadamente, a pesar de la declaración de Obrador sobre estar abiertos a la cooperación, en un mundo neoliberal, si la subyugación de otros países por corporaciones internacionales para explotar sus recursos no existe, hay una gran probabilidad de que no haya cooperación, solo continuos intentos de desacreditar al gobierno de inclinaciones de izquierda trabajando por una soberanía nacional. Después de todo, ¿cómo es que los países de primer mundo alimentados por sus corporaciones internacionales mantienen su posición en la jerarquía de la prosperidad sin explotar otras naciones? Debemos siempre recordar: los países de primer mundo son países de primer mundo por una razón: ellos crearon al tercero.


Y yo pregunto, muy controversialmente sin duda

mientras contextualizo el contraataque: aun cuando México está muy por debajo de los EUA en la escala internacional de contaminación, ¿está un país que ha sido explotado por el primer mundo (empezando con el colonialismo europeo del siglo XVI, consolidándose con el imperialismo de los siglos XVIII y XIX los cuales sentaron las bases para el capitalismo global contemporáneo que fue y es orquestado por el primer mundo/ colonizadores originales y actuales) en una cancha de juego pareja cuando se trata de invertir en energías limpias? Europa occidental –el lugar de nacimiento del capitalismo colonial- con su subsecuente alto nivel de vida y extensa red social, tiene la habilidad de enfocarse y activamente reducir emisiones de carbono (a pesar del hecho de que Alemania está en el puesto 8 en el contaminómetro y los EUA todavía emitían 3,138 millones de toneladas métricas de carbono en 2022; aunque esta fue una reducción del 32.5% desde 1990).[6] Pero, ¿no tiene una nación que empieza en el largo camino de lograr bienestar social general otras prioridades que atender primero? ¿tienen suficientes recursos para hacer todo de una vez? Esto arroja la pregunta: ¿dónde cae México en la clasificación de primer y tercer mundo o nación desarrollada o en vías de desarrollo?

La pobreza en México (la población gana menos de 5.50 dólares americanos al día) 1960-2022.


Ciertamente, la clasificación de México como uno u otro es tan complicada como todo lo relacionado a la política mexicana. Tal clasificación dentro de una u otra no es posible. Algunas de las personas más adineradas del mundo son mexicanas (Carlos Slim fue el hombre más rico del mundo del 2010 al 2013) y el país también tiene un alto índice de pobreza –el cual el gobierno de MORENA ha reducido en los últimos seis años. Por ejemplo, a pesar del aumento en la inflación internacional desde el 2020 donde las clases baja, trabajadora e incluso la media en naciones del primer mundo han y continúan batallando económicamente,[7] bajo la administración de AMLO el índice de pobreza aumentó solo en un 1.5% de 2019 al 2020 (ver gráfica arriba) y disminuyó 8.5% de 2020 a 2022 –precisamente porque los programas sociales de MORENA han tenido tiempo de surtir efecto- mientras que, en naciones como Canadá y los EUA, los índices de pobreza han aumentado drásticamente después del Covid y la tendencia continua.[8]


Así que lo pregunto otra vez:

mientras MORENA trabaja y triunfa en reducir la pobreza, ¿puede la administración de un gobierno hacer todo en seis años? En vez de condena inmediata, ¿no podríamos más bien mirar el progreso gradual, la realidad del paso a paso, que es exactamente lo que está siendo logrado? No se puede esperar que una administración limpiando la corrupción y terminando la explotación correspondiente a sus recursos humanos y naturales por 95 años de PRI y PAN se “vuelva verde” instantáneamente y, si México no entra en la clasificación general de “en vías de desarrollo”, tal vez, basado en el nivel de corrupción y la negligencia de la gente que heredó, el país puede ser designado como “volviendo a empezar” y ser incluido en la proclamación del jefe de las Naciones Unidas António Guterres: “países en vías de desarrollo deben ser apoyados en cada paso del camino [en el reto de cambiar a energías sustentables]”.[9] Tal vez, como ideal y como premisa irónica, México podría ser asistido internacionalmente (sin intervención, sí ajá) por las mismas naciones que han lucrado con su explotación por siglos mientras trabajan para aliviar los efectos sociales de aquella explotación para estar en una cancha de juego pareja en la batalla contra el calentamiento global. Y, debe ser notado que Canadá, como el cuarto país con la mayor producción de petróleo en el mundo, con sus infames arenas alquitranadas en Alberta, y los EUA como los primeros[10] y, con ambos clasificando tan arriba en la escala de contaminación, ciertamente tampoco están siguiendo el ritmo.


País/ Continente/ Producción de petróleo



Para cualquiera que vive o ha vivido en Ciudad de México

la contaminación del aire puede ser atroz y, sí, la mayor parte de la contaminación es causada por la cantidad de tráfico impulsado por combustibles fósiles y el hecho de que la ciudad de aproximadamente 23 millones de personas se encuentra en un tazón geográfico que atrapa la contaminación, no ayuda. Sin embargo, se han realizado intentos por reducir el tráfico en dosis diarias con restricciones sobre cuántos días cada individuo puede conducir por semana. No obstante, a pesar de las acusaciones de que AMLO no hace nada para contribuir y solamente exacerba emisiones de efecto invernadero internacionalmente, son las clases media y alta las que se quejan de esta normativa porque cuando ellos no pueden conducir, puede ser que tomen el transporte público, léase: los temibles metro y metrobus. Irónicamente, como se comentó en la Parte Uno, debido a que aquellos que votan por MORENA típicamente toman el transporte público, los simpatizantes de AMLO generan menos carbono que aquellos que votan por el PAN y PRI y critican a MORENA por su irresponsabilidad ambiental. Y, ya que las restricciones de conducción están basadas en las placas matriculares y no en las familias, aquellos con más dinero y la posibilidad de tener más de un coche pueden continuar conduciendo todos los días, añadiendo algo de hipocresía del día a día a las acusaciones de insuficiente atención prestada al calentamiento global por el gobierno de MORENA aun cuando, sí, como cualquier otra nación, se necesita prestar más atención. Sin embargo, para un país concentrándose en sacar a la mayoría de sus ciudadanos de la pobreza, proporcionando oportunidades equitativas y construyendo soberanía económica nacional, esto significa: paso a paso. 


No estaba todo perdido al final del artículo “¿Puede México revertir su catástrofe ambiental?” aun cuando la periodista alude a la realidad de un progreso en aumento en su discusión sobre la conexión de la entrante presidenta de MORENA Claudia Sheinbaum para tomar acción ambiental. La periodista escribe:


"[Sheinbaum] sostiene ideales izquierdistas similares al presidente actual, y recientemente dijo a The Associated Press que las políticas económicas neoliberales de los pasados líderes de México eran las culpables de exacerbar inequidades. No obstante, Sheinbaum es también una científica ambiental reconocida internacionalmente y parte del panel de ciencia climática de las NU, el IPCC (por sus siglas en inglés), el cual ganó el premio Nobel de la Paz por su trabajo en 2007. Como alcaldesa de la Ciudad de México, ella ha introducido amplios planes ambientales y climáticos que incluyen plantación de árboles, combatir la contaminación de ríos, administrar cortes de agua, iniciativas de reciclaje, monitoreo de la calidad del aire e instalación de energía solar."[11]


Ella también instaló más ciclovías, introdujo buses eléctricos y desarrolló un incremento en iniciativas de espacios verdes. Esta es la realidad de un progreso en aumento y cómo una determinada manifestación del paso a paso debería ser elogiada, o por lo menos reconocida. La única manera de que la transformación ocurra es paso a paso y, basándose en la atención prestada al ambiente como alcaldesa de la Ciudad de México, no hay razón por la que Claudia Sheinbaum no continuará construyendo sobre lo que ya ha iniciado municipalmente al mismo tiempo que continuará la inquebrantable atención de su predecesor a mejorar la calidad de vida del pueblo mexicano y liberar al país de la dependencia y la explotación de corporaciones internacionales establecidas predominantemente en países de primer mundo.


La presidenta electa, Claudia Sheinbaum (Instagram @claudia_shein)


Después de su victoria el 2 de junio de 2024, Sheinbaum le dijo a un grupo de agricultores de aguacate y limón: “Vamos a seguir avanzando con las energías renovables y con la protección del ambiente, pero sin traicionar a la gente de México.”[12] Desarrollar renovables al mismo tiempo que lo que puede ser visto como internalizar la producción de gasolina y petróleo como industria nacionalizada para el beneficio de México y no para la elite corporativa externa será balanceado para que así, sin importar las incesantes acusaciones de irresponsabilidad, México pueda estar haciendo la misma cosa que, por decir, su mayor crítico en el norte. México tiene siete refinerías de petróleo nacionales incluyendo la nueva Olmeca en la costa del Golfo en el estado de Tabasco, una refinería más eficiente que Obrador construyó para destetar a México de las importaciones de gasolina predominantemente norteamericanas—de nuevo, otro acto de mantenerse en su agenda de soberanía económica y acabar con la dominación de corporaciones extranjeras en su país.[13] A pesar de que para enero de 2024 había 132 refinerías petroleras activas en los EUA, el edificio de Olmeca es constantemente sostenido como evidencia de la maldad ambiental de AMLO. De hecho, cuando piensas en ello, ¿cuál es la diferencia? Consumir combustibles fósiles importados de los EUA e invitar corporaciones transnacionales a perforar por ti y vendértelo de regreso— como era hecho bajo la administración anterior del PRI—o construir independencia energética produciendo el propio, el cual, a pesar de la incesante crítica sobre gastos excesivos, está empezando a dar frutos, creando más ingresos para financiar programas sociales.[14]


Ahora, ¡espara! No saques conclusiones precipitadas:

Ciertamente no estoy diciendo que las refinerías petroleras sean una buena cosa; no estoy diciendo que la adicción del mundo a los combustibles fósiles no sea mala. Y ciertamente no estoy diciendo que el calentamiento global no es talvez el más grande reto y peligro que los humanos (y no olvidemos antropocéntricamente a todas las especies no humanas y no culpables) enfrentan ahora. Estoy hablando sobre el descarado doble estándar. Lo que estoy diciendo es que México está relativamente abajo en el escalafón de producción de petróleo, es moderado en la vara de medición de las emisiones de carbono, especialmente cuando uno añade per capita en la mezcla y otras naciones han sido y continúan contribuyendo la catástrofe ambiental bajo su radar neoliberal aun cuando ellos han hecho compromisos sobre las emisiones de carbono después del Acuerdo de París. Cuando es lanzado en las revistas de negocios capitalistas como ‘Caballeros corporativos’ que: “México es el 11° más grande productor de petróleo, es el 15° más grande contaminador,”[15] suena monstruoso. ¡Vaya ‘el más grande’! ¡eso suena mal con M mayúscula! Pero el contexto, que no está declarado para nada, los otros más grandes productores y contaminadores, el 10 y 14, son convenientemente dejados fuera. Los obedientes nunca son malos con M grande.


Algunos críticos han hablado de los planes de Sheinbaum de invertir en energías sustentables al mismo tiempo que desarrolla la nacionalización de la capacidad de refinar petróleo y gasolina para crear lo que Obrador llama “soberanía energética”, como si fueran una política energética Frankenstein, un acto de equilibrio mimético a la novela gótica del siglo XIX de Mary Shelley donde el protagonista, el doctor Víctor Frankenstein, juega a ser Dios creando un ser vivo a partir de extremidades que recolectó de un matadero. Cuando la creatura cobra vida, sin embargo, cuando su trastornado sueño es realizado, el doctor Frankenstein se horroriza porque ha creado un monstruo literal, un triste, solitario y rechazado monstruo de carne y hueso a quien el científico desata en el mundo por un acto de ego masculino –con consecuencias asesinas. Cómo esto puede ser comparado con un presidente trabajando para el mejoramiento de su nación en todos los aspectos está más allá de mí, excepto por el hecho de que MORENA ha estado poniendo un Estado desmembrado de vuelta a su forma desde la victoria de Obrador en 2018—sin mencionar el hecho de que el neoliberalismo es un sistema de libre mercado, al servicio de la elite, que funciona a través de avaricia y una falta de empatía y crea naciones esclavas que podrían muy bien ser comparadas con mataderos.

¿Por qué no es posible cuidar de la gente

y al mismo tiempo trabajar en el desarrollo de energías renovables (lo mismo que está pasando en el resto del mundo)? Pintar el plan de Sheinbaum y MORENA de lograr la prosperidad que las naciones del primer mundo disfrutan al punto de comparar su tarea con desatar monstruos ficcionales en el mundo es extraño al extremo que no puede ser más que ideológicamente motivado. Trabajar por un país sano en todos los aspectos debe ser celebrado y no difamado como sinónimo de una novela gótica del siglo XIX. Y, basada en el hecho de que ya ha habido mejoras para la mayoría de mexicanos en solo seis años debido a lo que MORENA bajo el presidente Obrador han apenas iniciado, ha sido probado como posible. Paso a paso. Y no tendría que decirse que la mejora en las vidas de la mayoría es lo opuesto a monstruoso. La explotación, la falta de empatía y la avaricia que gobernaron a México por casi 100 años es, y podemos—gracias a AMLO y MORENA—ahora decir fue, el verdadero monstruo.


La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y el presidente AMLO (Instagram: @claudia_shein)


Y pensar que originalmente creí que podría escribir solo un máximo de diez páginas sobre política mexicana

y estoy en la página treinta y seis de lo que se convirtió en un ensayo de tres partes y ni siquiera he llegado a las Feministas quienes, en el contexto del machismo y un promedio de diez feminicidios por día en las manos de sus esposos o novios, están justificadamente furiosas. En marzo del 2023, hablé con dos feministas prominentes y les pregunté su opinión sobre el gobierno de MORENA liderado por Obrador; tienen sentimientos encontrados. Ambas han votado por MORENA en 2018; ambas estuvieron decepcionadas por el hecho de que, dicen, no solo ignoró la extrema violencia contra las mujeres en México—ya sea feminicidios que no se investigaron y violaciones que no son tomadas en serio para nada y, por lo tanto, no son reportadas—sino también se ha vuelto en contra de feministas, acusándolas de estar cooptadas y manipuladas por la oposición conservadora/neoliberal porque lo confrontaron sobre no priorizar la epidemia de feminicidios. Perdió mucho apoyo de feministas.


A Obrador, como a la mayoría sino es que a todos los políticos, no le gusta la crítica y con la extensión de los ataques de la oposición y el nivel de virulencia patriótica que puede ser turbulenta en la política mexicana, tal vez un poco de paranoia es comprensible—vuelvo al punto que hice en Parte Dos sobre que no hay presidente, ni humano, perfecto. Sin embargo, al mismo tiempo, no podemos olvidar—y estar agradecidos por ello—el hecho de que, bajo el gobierno de AMLO, el aborto fue legalizado en todo el país el 6 de septiembre de 2023. También debemos reconocer el hecho de que, debido al machismo, el feminicidio ha sido una epidemia en México por décadas, probablemente siglos, y como la violencia del cartel (ver Parte Uno), si uno mira más allá de los límites temporales de la administración de AMLO, no ha incrementado exponencialmente bajo su guardia, sin mencionar el hecho de que, en el patriarcado como sistema jerárquico de abuso de poder, si los hombres no son debilitados a través de la pobreza y la falta de oportunidades, la violencia contra las mujeres e infancias reduce. Como la teórica feminista Silvia Federici explica:


“No es un accidente que encontremos al machismo más burdo en la familia de clase trabajadora: entre más golpes recibe el hombre en el trabajo, más entrenada debe estar la esposa para absorberlos, y más se le permite a él recuperar su ego a expensas de ella. Golpeas a tu esposa y desahogas toda tu rabia contra ella cuando estás frustrado o extenuado del trabajo o cuando has sido derrotado en la batalla.”[16]


Los programas sociales de MORENA, iniciados por Obrador, contribuyen indirectamente a la causa de terminar con la violencia contra las mujeres.


En realidad, el número de hombres matando a sus esposas y novias

no tiene que ver con el gobierno. Un gobierno no es directamente responsable de que los hombres asesinen a sus parejas. Lo son el machismo y el sexismo que han sido parte de la cultura mexicana desde los conquistadores españoles y son parte de todos los patriarcados alrededor del mundo en diferentes grados. Cambiar la manera en que una cultura piensa toma décadas, si no es que más, y ciertamente no puede ser hecho en seis años. Aun así, lo que el gobierno mexicano puede hacer es reformar el sistema de justicia para tomar en serio la violencia contra las mujeres (y no solo declarar que una mujer asesinada estaba loca y se suicidó, como ha sido una técnica común, quizás desde siempre, que culpa a la víctima y la desestima) para que las víctimas y las familias puedan tener algo de justicia por los asesinatos y las violaciones de sus hijas, o por lo menos reconocimiento. Como signo de una sociedad plagada de impunidad masculina, la mayoría de los casos quedan impunes y las familias de las víctimas a menudo realizan sus propias investigaciones.[17] Esperemos que Claudia Sheinbaum invierta en la necesidad de legitimar e investigar feminicidios y violaciones; esperemos que participe incondicionalmente y con todo su corazón en #créala


Día internacional de la mujer en marzo de 2023, Ciudad de México. (Foto Karen Moe).


Sin embargo, necesitamos recordar que esta ausencia de apoyo no se limita a la primera administración de MORENA ni a México: reportar violaciones y recibir justicia es difícil en todas las sociedades patriarcales. En Canadá—un país elogiado por su nivel de justicia para las mujeres—una de cada diez agresiones sexuales que fueron reportadas a la policía terminaron en condena penal entre 2009-2014, y 7% resultaron en sentencia de prisión.[xviii]Y, por supuesto en un contexto colonialista, mujeres indígenas la llevan inevitablemente mucho peor. A causa de este bajo nivel de justicia, la mayoría de víctimas de violación en Canadá no reportan debido al muy posible riesgo de re-traumatización.[xix]Esto no es excusa para la ausencia de apoyo judicial en casos de agresión sexual y feminicidio en México, es solo para señalar que México no es la única sociedad en el mundo donde están lejos de poner suficiente atención a la violencia contra la mujer. El índice de feminicidios ha incrementado durante los años de Covid (y lo hizo internacionalmente debido al aumento de la frustración masculina y el desempoderamiento durante el confinamiento),[xx] nuevamente demostrando qué tan extendido está lo que pasa en una sociedad más allá de sus fronteras es siempre una estrategia esclarecedora. No obstante, regresando a México, como con el desarrollo de más energía sustentable, veremos si Claudia Sheinbaum es no solo presidenta de izquierda, sino también una feminista y prioriza la violencia contra mujeres y niñas como una parte integral del pueblo de México.


*


No se suponía que yo escribiese este ensayo

Por dos razones. La primera: estoy en medio de escribir un libro. La segunda: se me dijo que no debería celebrar públicamente la victoria aplastante de Claudia Sheinbaum y MORENA al compartir en mis redes alivio y alegría el día después de la segunda victoria de MORENA el 2 de junio de 2024. Se me dijo que mi apoyo a MORENA, Sheinbaum y Obrador va en contra de todo lo que creo y que se probará que estoy equivocada, especialmente porque el presidente venezolano Nicolás Maduro (junto con otros países latinoamericanos que se esfuerzan en hacer frente contra las incursiones neoliberales dentro de sus países para explotar sus recursos)[21] felicitó a Claudia Sheinbaum por su victoria.

Aparentemente, las felicitaciones de Maduro son prueba absoluta de que México se está convirtiendo o ya se ha convertido en la nueva Venezuela. Lo último es lo que me hizo desobedecer lo primero. Una proclamación general de que la administración de MORENA es como Venezuela por una felicitación electoral es como decir que, si alguien me desea feliz cumpleaños, somos uno mismo. Además, después de seis años de reformas vigorosas y muy exitosas de AMLO, si México se fuera a convertir en Venezuela, ya hubiera pasado y, en un país con un índice de pobreza históricamente alto, las vidas de la mayoría ciertamente no estarían mejorando. Graciosamente, si uno escarba un tanto más profundo de la histeria superficial, manejada por memes, los USA también felicitaron a Sheinbaum.[22] Parece que la oposición/fifís (fifí es el apodo que AMLO le da a la oposición) son malos perdedores dando patadas de ahogado solo para usar el ‘autócrata’.


En un artículo del 7 de junio de 2024 en el Financial Times titulado “La elite de México batalla para comprender la victoria aplastante de la izquierda en las elecciones”, me encontré con las más entretenidas y ridículas reacciones a los resultados de las elecciones del 2 de junio: “un ejecutivo se quedó en cama toda la tarde comiendo helado para intentar sobrellevarlo… mientras otro líder de negocios dijo que sus chats de WhatsApp se caracterizaron por un ánimo de ‘suicidio colectivo’”. En el mismo artículo, leí con shock que los fifís están yendo tan lejos como para proclamar que ya no darán propinas a los meseros o a personas que estacionan sus coches porque saben que ellos votaron por MORENA. Me pregunto qué pasará con sus empleados y niñeras que han estado limpiando sus casas, cocinando sus comidas y criando a sus hijos por décadas y transportándose por horas desde Neza o Ecatepec, porque indudablemente votaron por MORENA también. De mis nueve años en México, he atestiguado numerosas ocasiones lo que Viri Ríos, autora mexicana de un libro sobre inequidad, dice sobre la elite de México que disfruta vidas al estilo de los europeos del siglo XIX, “viviendo en residenciales y sin haber conocido, más allá de sus empleados, los sentimientos o formas de pensar del mexicano promedio”. Tal callosa falta de compasión por la gente que los sirve es un ejemplo de la falta de empatía e individualismo endémico de la ideología neoliberal de la que el gobierno “populista”—otra vez esa sucia palabra enfatizando al pueblo sobre la elite—está protegiendo a México. Predicciones apocalípticas vuelan por los cafés de Polanco y colonia Roma; “supongo que es tiempo de mudarme a Houston” se lamenta una y otra vez el rico, a donde, aun cuando los EUA son admirados por la elite mexicana, no se mudan porque no serían capaces de disfrutar el mismo estilo de vida lujoso con la ayuda del barato voto a MORENA. Estas son las reacciones de mocosos mimados que no se han salido con la suya y están arremetiendo a medio berrinche.


Como todos los niños que se avientan al piso

y azotan sus puños, los fifís/oposición no pueden aceptar la verdad que no corresponde a su ideología apoyada por la persistencia de un tercio de mexicanos viviendo debajo de la línea de pobreza y unos otros cuantos entre los más ricos del mundo—y el partido MORENA y Claudia Sheinbaum continuarán cerrando esa brecha. No pueden aceptar el hecho de que “el mandato de la gente fue claro: con una diferencia de dos a uno, nuestra candidata Claudia Sheinbaum obtuvo más de 35 millones de votos, 15 millones de votos más que el segundo lugar. Ningún presidente en la historia de México ha recibido tantos votos”.[23] No pueden aceptar este hecho a tal grado que ordenaron un recuento. Tristemente, para ellos, 2.69 millones de votos más para Sheinbaum fueron encontrados.[24] Todavía no era prueba suficiente. Entonces demandaron que se repitieran las elecciones. Afortunadamente, la clase de los mocosos mimados no fue atendida como sus padres probablemente lo hacen.


“¡Todo lo que ha hecho Obrador está mal!”

“¡Sheinbaum continuará destruyendo a México!”

“¡Nos estamos convirtiendo en Venezuela!”

“¡MORENA nos está quitando nuestra democracia!”

“Los pobres solo votan por MORENA porque les dan limosnas” he escuchado sin querer ad nauseam en las colonias privilegiadas de la Ciudad de México y amigos fifís me lo han dicho una y otra vez—quienes muy probablemente no me vuelvan a hablar después de leer esto.


“¿todo está mal? Puede que no estés de acuerdo con todo, pero ¿no puedes admitir al menos que algo bien se ha hecho?” pregunto, cuarenta páginas de contexto después. “Si todavía te sientes así, te recomiendo leer este ensayo otra vez (empezando con la Parte Uno) y ojalá algo se registre sobre porqué la mayoría de los mexicanos no solo están felices, sino también aliviados de que su país no va a ser vendido a intereses internacionales otra vez y que la mayoría de la gente seguirá siendo priorizada sobre la elite minoritaria. Y, eso, con la mayor cantidad de votos jamás dados a un presidente—y la primera presidenta pese a todo—con la re-elección de MORENA y Claudia Sheinbaum a la cabeza, México está celebrando más desarrollos positivos en México, y esto, a la larga, a través del poder del paso a paso, es algo bueno.”


*


Concluiré con tres testimonios de mexicanos que no pertenecen a la elite (ni son wanabis de elite):

Podría sin duda obtener cientos de miles más (¡pero debo volver a la escritura de mi libro!). Además, se me dijo que no debería, testimonios y experiencias como estas son la causa de que escriba este ensayo de tres partes, Y esto es algo bueno:


Hasta MORENA y el presidente Obrador y los apoyos sociales y el incremento en el salario mínimo en México, ningún presidente se había puesto del lado de los trabajadores, él ha estado del lado de la gente pobre; todo era el rico primero, todo aquel que tiene dinero tiene poder. Una experiencia que tuve: mi hijo recibió una beca cuando estaba en la preparatoria. Para la gente que tiene hijos estudiando, es una gran ayuda”: Isabel, campesina.


“MORENA es un movimiento que empezó hace mucho tiempo. Hemos pasado toda nuestra vida esperando este movimiento. Este movimiento no se acaba en seis años. Esto es un proceso que tomará 30, 40 años”. Blas Ramos, ingeniero eléctrico, 69 años.

“Tengo 97 años y nunca había recibido tantos beneficios como los que AMLO nos ha dado. Siempre he trabajado desde que era niño porque la vida es muy dura. Y ahora noté que me gusta vivir en mi México.” Publicación de Facebook en el grupo comunitario: La Gran Chairotitlán.


La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum.



Notas


[1]https://www.investopedia.com/articles/investing/092915/5-countries-produce-most-carbon-dioxide co2.asp#:~:text=1%20As%20of%202022%2C%20the,India%2C%20Russia%2C%20and%20Japan.

[2] Neoliberalismo: Enfoque político que favorece al capitalismo de libre mercado, la desregulación (piensa que los capitalistas mandan y no hay programas sociales), y la reducción de gasto público (piensa que no hay redes comunitarias ni programas sociales). Una ideología del ojo por ojo/ perro-come-perro, de individualismo, arrogancia, avaricia sin empatía que se ha normalizado así mismo, que se aspira y es también económica e ideológicamente imperialista (piensa: colonialismo corporativo). Mi definición: Capitalismo en crack.

[19] Ver: Had It Coming: What’s Fair in the Age if #MeToo de Robyn Doolittle y mi libro Victim: A Feminist Manifesto from a Fierce Survivor.

[20] Junto con muchas otras teóricas feministas, ver Sayak Valencia, Silvia Federici y Chimanada Ngozi Adichie para más acerca de la conexión entre violencia masculina en el patriarcado y el desempoderamiento/emasculación.

 

Sobre la escritora:


Karen Moe es una autora, crítica de arte, artista visual y del performance, y activista feminista. Su trabajo se centra en la violencia sistémica del patriarcado: ya sea por género, raza, clase, el ambiente o el especismo. Su crítica del arte ha sido publicada internacionalmente en revistas, antologías y catálogos de artistas en inglés y español, ha exhibido y performeado a través de Canadá, EUA y México y ha hablado de violencia sexual internacionalmente. Es autora de Víctima: el manifiesto feminista de una feroz superviviente con Vigilance Press (2022) el cual fue finalista en el Festival de Libro de San Francisco. Durante su gira por Norteamerica, fue premiada con el “Premio al Héroe del Año Ellie Liston” por la fiscalía del Condado de Ventura por ser esencial en la sentencia de cadena perpetua de un violador serial. Karen habla internacionalmente sobre violencia sexual, compartiendo sus experiencias vividas de “trauma y triunfo”.

Víctima ha sido traducido recientemente al español. Vive entre la ciudad de México y la isla de Vancouver, Canadá.


Sobre la traductora:

Sara Andraca Osornio es hispanista, traductora y profesora de inglés y español como lengua extranjera. Co-fundadora del Colectivo Solidario de Enseñanza de Lenguas (CSETL) y escritora, con experiencia en la traducción literaria.

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