Poetry by Catherine Owen
Photography by Rachael (Rae) Catherine Pilas
Traducciones al español por Miroslava Rosales
The virus is said to have originated at the Huanan Wholesale Seafood Market in the city of Wuhan, where vendors were selling animals, including live cats and dogs, turtles, snakes, rats, hedgehogs and marmots. Menus and signboards posted online also listed foxes, wolf cubs, monkeys and masked palm civets, among other animals. These wildlife markets are filthy, crowded places where animals are displayed alive in small cages. Once purchased, they are often slaughtered on site, creating not just a human health hazard but also an animal welfare nightmare.
Humane Society. org
Is it possible to oppose a practice without condemning a people?
We try to eat all the animals.
To take everything they are inside us: the shark’s eros,
the bat’s fearlessness, the strength of each tiny ant;
we try to eat all the animals because
they have what we don’t and they are there, for us,
for dominion, so why not, though when we try
to eat all the animals, sometimes a darkness passes
between us and it says - you cannot know me, you
cannot take all I have, or, if you try, there will be
unwanted gifts that accompany hunger.
We try to eat all the animals and now
our bodies cannot translate illness, the code
for our resilience is gone, we are left alone
with the virus called revenge, or is it balance,
constantly reminding us that, from the endless
complexity of a planet, we aimed to make only
a grocery store where we could sit
and eat all the animals.
*
Se ha dicho que el virus se originó en el mercado mayorista de mariscos de Huanan, en la ciudad de Wuhan, donde los comerciantes vendían animales, incluidos gatos y perros vivos, tortugas, serpientes, ratas, erizos y marmotas. Menús y carteles publicados en línea también enumeraban zorros, lobos cachorros, monos y civetas enmascaradas de las palmeras, entre otros animales. Estos mercados de vida silvestre son sucios, lugares concurridos donde los animales se muestran vivos en pequeñas jaulas. Una vez comprados, a menudo, son sacrificados en el lugar, creando no solo un peligro para la salud humana sino también una pesadilla para el bienestar de los animales.
Humane Society. Org
¿Es posible oponerse a una práctica sin condenar a un pueblo?
Tratamos de comer todos los animales
para poseer lo que son dentro de nosotros: el eros del tiburón,
la intrepidez del murciélago, la fuerza de cada pequeña hormiga;
tratamos de comer todos los animales porque
tienen lo que nosotros no tenemos y están ahí,
para nosotros,
para el dominio, así que por qué no,
aunque cuando intentamos
comer todos los animales, a veces pasa una oscuridad
entre nosotros y dice –no puedes conocerme, tú
no puedes tomar todo lo que tengo, o, si lo intentas, habrá
regalos no deseados que acompañan al hambre.
Tratamos de comer todos los animales, y ahora
nuestros cuerpos no pueden traducir la enfermedad, el código
de nuestra resiliencia se ha ido, nos quedamo solos
con el virus llamado venganza; o es el equilibrio
constantemente recordándonos la interminable
complejidad de un planeta, que queríamos convertir
en tienda de abarrotes solamente,
donde podríamos sentarnos
y comer todos los animales.
Equality
Will the crows take back now – not the night,
That needless space – but the skint haunt of streets,
Skimming slicked pinions over brick
& cement, divested of us –
equally unsafe – man, woman – the virus
indiscriminate – and the crow’s cry
in the slowed spring air its own
unbroken nest.
*
Igualdad
¿Retirarán los cuervos ahora? No la noche,
ese espacio innecesario –pero la pelambre de las calles,
removiendo las alas sobre el ladrillo
y el cemento, despojados de nosotros–
igualmente inseguro –hombre, mujer– el virus
no discrimina –y el grito del cuervo,
en el lento aire de primavera, su propio
nido intacto.
The Sign
We act as if, outside of commerce, we don’t really
Know what time is, these minutes lost,
Once set aside for purchase.
At the closed entrance to the store whose sign
Has subtracted numbers, added words:
Hours? None for now –
A woman hovers, the money in her purse
Seems worthless because it cannot be
Transformed, she wears what she wore
Last week, on her scrubbed-plain face
A confused kind of pain – why can’t she
Go in and claim her rightful place?
The earth creaks as it spins;
The stars flame.
*
El cartel
Actuamos como si, afuera del comercio, en realidad,
no supiéramos qué tiempo es, estos minutos perdidos,
una vez reservado para la compra.
En la entrada cerrada de la tienda cuyo cartel
ha restado números, añadido palabras:
¿horas? Nada por el momento.
Una mujer revolotea. El dinero en su bolso
parece inútil porque no puede ser
transformado. Ella usa lo que usó
la semana pasada. En su cara de llanura restregada,
un tipo de dolor confuso –¿por qué no puede
ir y reclamar su legítimo lugar?
La tierra cruje al girar.
Las estrellas flamean.
To a Mask Cast Down on the Pavement
Your principles, dear refuse, are misaligned.
Are you just a sign of correctness
Or a prevention of passage?
Your pale screen seems blank
But we know what it contains:
General germs, specific bacteria
Or even the capital V virus,
So needy it’s not even a full cell,
But just a tiny protein rider seeking
A suitable host. So you’ve protected
Yourself yet now you drop: indifferent
Gauntlet, irreverent dancer, careless
Page in a tale in which the protagonists
Pretend to clean while (darling garbage)
Ditching their symbols all over the earth.
*
A una mascarilla tirada sobre el pavimento
Tus principios, querida basura, están desalineados.
¿Sólo eres un signo de corrección?
¿O una prevención de paso?
Tú pálida pantalla parece estar en blanco,
pero sabemos lo que contiene:
gérmenes generales, bacterias específicas.
O incluso el virus con V mayúscula,
tan necesitado que ni siquiera es una celda llena,
pero sólo un pequeño jinete de la proteína que busca,
un anfitrión adecuado. Así que te has protegido
tú mismo, ahora te caes: indiferente
guante, irreverente bailarín, descuidada
página en un cuento en el que los protagonistas
pretenden limpiar mientras (querida basura)
se deshacen de sus símbolos por toda la tierra.
Seriously
Grab the pandas and go,
Grab the pampas grasslands,
Grab a passing passerine,
You can’t stay.
Grab the lemurs and go,
Grab the leaves off all the lemon trees,
Grab the lesser & greater lakes,
You can’t stay.
Grab the baobab tracts and go,
Grab the bats in their darkest caves,
Grab the baying wolves and their mates,
You can’t stay.
Grab the moss off the rocks and go,
Grab the moulting manushi snake,
Grab the moans of the mating whales,
You can’t stay.
Grab the silk of the ice and go,
Grab the swans & the snails,
Grab the slow light that sings at dawn,
You can’t stay.
Seriously, grab the planet and go, go, go!
You can’t stay.
*
En serio
Agarra a los pandas y lárgate,
agarra a los pastizales de la pampa,
agarra a los pasajeros passerinos.
Quedarte no puedes.
Agarra a los lémures y lárgate,
agarra a las hojas de todos los limoneros,
agarra a los lagos menores y mayores.
Quedarte no puedes.
Agarra a los tramos de baobab y lárgate,
agarra a los murciélagos en sus cuevas más oscuras,
agarra a los lobos aulladores y a sus compañeros.
Quedarte no puedes.
Agarra el musgo de las rocas y lárgate,
agarra la muda de piel de la serpiente manushi,
agarra los gemidos de las ballenas que se aparean.
Quedarte no puedes.
Agarra la seda del hielo y lárgate,
agarra los cisnes y los caracoles,
agarra la luz lenta que canta al amanecer.
Quedarte no puedes.
En serio,
agarra el planeta y lárgate, lárgate, lárgate.
Quedarte no puedes.
*
About the Artists:
Catherine Owen is the author of 15 collections of poetry and prose. Her latest books are Riven (ECW, 2020) and Locations of Grief: an emotional geography, 24 memoirs on loss and place from Wolsak & Wynn, due out later this year. Raised in Vancouver BC, she lives in Edmonton, AB.
Rachael (Rae) Catherine Pilas was born and raised in Vancouver, Canada. She works in the film industry and has a passion for cats, veganism, music, the arts and photography, focusing on the street scene. This is her first publication and collaboration with her mother, the writer Catherine Owen.
Miroslava Rosales. (1985). Salvadoran writer based in Germany. She is studying a Ph.D. in Literature at Bergische Universität Wuppertal thanks to the prestigious scholarship of the German Academic Exchange Service (DAAD). Her work has appeared in international journals and anthologies.
*
Sobre las artistas:
Catherine Owen es autora de 15 colecciones de poesía y prosa. Sus más recientes libros son Hendida (ECW, 2020) y Lugares de la pena: una geografía emocional, 24 memorias sobre la pérdida y el lugar de Wolsak y Winn, que saldrá a finales de este año. Criada en Vancouver, BC, vive en Edmonto, AB.
Rachel (Rae) Catherine Pilas nació y creció en Vancouver, Canadá. Trabaja en la industria cinematográfica y tiene pasión por los gatos, el veganismo, la música, las artes y la fotografía, centrándose en la escena callejera. Esta es su primera publicación y colaboración con su madre, la escritora Catherine Owen.
Miroslava Rosales. (1985). Escritora salvadoreña radicada en Alemania. Estudia el Doctorado en Literatura, en la Bergische Universität Wuppertal gracias a la prestigiosa beca del Servicio de Intercambio Académico Alemán (DAAD). Su trabajo ha aparecido en revistas y antologías internacionales.
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